25/10/2025 - Edición Nº320

Industriales

Garnero: Hoy la cancha “está inclinada para el exterior”

14/09/2025 19:00 | Hace 8 años, Walter Garnero (ingeniero ambiental) fundó su propia empresa, Garmet, en Gobernador Gálvez. Con 35 años, nos cuenta cómo decidió abrir su propio camino en el rubo metalúrgico, produciendo mallas electrosoldadas, metales desplegados, chapas y diseño. “Ser un industrial es estar loco” afirma, y agrega que son “apasionados por lo que hacen” y por querer generar un país con más desarrollo.



Por redacción AP

NACHO GIRON: Bienvenidos, bienvenidas a un nuevo episodio de ADN Industrial, por supuesto ustedes lo saben, en el marco de Argentina Produce y en este caso para conocer a un joven industrial argentino que es Walter Garnero. Walter, un placer.

WALTER GARNERO: Hola, bueno, muchas gracias por la invitación.

NG: ¿Sabes que siempre le preguntamos a los que nos visitan cómo se presentarían? A ver, ¿qué decís? ¿Quién es Walter Garnero?

WG: Bueno, soy un pibe de la ciudad de Gálvez, provincia de Santa Fe, un pueblo del centro de Santa Fe. Tengo 35 años, soy primera generación, por así decirlo, de la fábrica metalúrgica que hoy gerencio y que arranqué hace 8 años. Digo, creo que soy primera generación porque, bueno, vengo de familia de chatarreros, digamos, de desarmaderos, de venta de hierros, que un poco por ahí viene este tema de fabricar algo relacionado a lo metalúrgico, madre docente. De profesión ingeniero, porque a los 18 años me fui a estudiar a la localidad de Rosario Ingeniería Ambiental, luego trabajé un par de años y luego me picó el bichito de volverme a mi ciudad, donde tengo a todos mis amigos y familia, y donde nací y crecí, y hoy como te digo, gerenciando esta fábrica metalúrgica, y siendo presidente de la Cámara de Metalúrgicos del Centro de la Provincia de Santa Fe, así que bueno no sé si es lo que soy, pero lo que siento que soy

NG: Ahora cuando eras chico era de los típicos jóvenes que justamente por vinculación familiar por ahí además de la pelota andaba jugando con chatarra, con metales ¿Como era esa época?

WG: Y bueno sí, eso se mama desde chico. La verdad que siempre, o cuando volvía de estudiar de Rosario los fines de semana, que iba un rato a laburar -digo yo porque si me está viendo mi familia decir laburabas poco- pero ir al desarmadero, como lo llamamos, o desde chico también, algún veranito para hacerse algún mango más para salir el fin de semana, o estar en la semana con los pibes para comerte unas hamburguesas, un asado.

NG: Ya ibas a laburar un poquito, a juntar la chatarra o algo

WG: Sí, sí, teníamos la verdad que un equipo en el barrio interesante, que bueno, que venía todo esto de estar comerciando todo el tiempo, donde juntábamos botellas y demás, y nos íbamos comprando nuestras cosas, sin a veces la necesidad, pero siempre con esas ganas de generar algo para uno mismo y para el barrio donde estábamos viviendo nosotros.

NG: Conociendo, incluso por tu familia, la industria metalúrgica de toda la vida, ¿sentiste en algún momento de tu crecimiento, de tu formación universitaria, de tu regreso a Gálvez, que podías hacerle un diferencial, de actualizar quizás una industria que es clásica, tradicional, pero que siempre se le puede dar un upgrade, ¿no?

WG: Y sí, ese es ahora un poco en la búsqueda de lo que estoy. Nosotros hacemos un producto, por así llamarlo, sencillo, dentro de la industria tan variada que tenemos, donde hay un único proceso, ingresa una chapa y sale un producto terminado, obviamente, con otro valor agregado, pero este proceso me fue llevando a ir tecnificando: arrancamos con una máquina bastante precaria, por así decirlo, que al día de hoy sigue funcionando pero la verdad que la hemos tecnificado, la  hemos mejorado, mejorando procesos, el sistema operativo digamos de arrancar como uno te dice con el Excel y facturando por el sistema de la AFIP en ese momento,  a cambiar dos o tres sistemas operativos a ir sofisticándose un poco y es la idea que vamos teniendo de mejorar nuestro producto y la calidad del mismo.

NG: Es muy elocuente lo que decís, digo, de arrancar con la máquina que podías tener y sofisticándola, y actualizándola, y si se puede ir cambiándola en algún momento. ¿Tenemos buena tecnología en la República Argentina?

WG: La máquina, aunque me duela decirlo, la verdad que es una máquina de origen asiático, que la tenemos ahí, y obviamente ya le habíamos hecho la consulta acá, a la entidad nuestra, si se producía en el país, pero la verdad que no se produce. Cuando la trajimos, la incorporamos, dijimos, “esto acá se podría hacer tranquilamente”, pero bueno, a veces la escala en esas máquinas, donde se distribuye y demás sería muy difícil que haya una fábrica acá, ya que no la podrías escalar a nivel nacional ni en la zona nuestra de influencia, de los países limítrofes, para tener una fábrica acá de esa máquina.

Pero la verdad que después toda la tecnología, tecnificación fue con ingenieros argentinos, con tecnología argentina, algo de obviamente productos importados, pero la mayor parte la fuimos haciendo nosotros; aumentamos la velocidad, cambiamos el sistema de cómo se anclaba la chapa, un montón de cosas a lo largo de estos años. También el tema de matricería, la verdad que bueno la máquina venía con ciertas matrices y nosotros en la ciudad de Rosario, que estamos ahí a 100 kilómetros, con matriceros y demás fuimos cambiando el tipo de materiales, el templado y demás y hemos logrado mejorar 100% la calidad de esa matriz y permitiendo que bajemos los costos para ser productivos.

NG: Es normal, en Argentina, en cualquier lugar del mundo, que se importe ¿Tenés un límite de lo tolerable? Porque siento que nombramos importación y algo te pasó, y es normal que pase.

WG: No, no. Siendo industrial joven por así decirlo… A ver vengo de la parte de la ADIMRA joven, no estoy en contra de las importaciones sí yo creo que nos tienen que igualar, o tenemos nosotros y nos tienen que ayudar los gobiernos, a igualar la cancha. Siempre con un amigo decimos: ahora el Real Madrid se llevó a Mastantuono por 70 palos y bueno y cómo puede jugar el Real Madrid contra un equipo argentino digamos, siendo no tanto el tema de plata, pero la plata digamos después con la calidad y demás, entonces a veces estamos pidiendo que vayan al Mundial de Clubes a ganarlo y vos decís no, pará, tenés 100 equipos arriba que tienen otras condiciones y esas condiciones en la parte industrial creo que te la da el país, que te tiene que ayudar el país,  obviamente, ante un equilibrio de entender nosotros los industriales que hay cosas que no somos competitivos, que no lo vamos a poder ser, pero hay otras cosas que tranquilamente creo que la Argentina tiene todo para salir a competir al mundo.

NG: Si esta es la cancha, recta, está inclinada para acá, está inclinada para allá, está centrada.

WG: Y hoy la veo muy inclinada para el exterior, veo que las condiciones macro solamente mejoraron para la parte de importación y no para la parte productiva del país. Tasa de interés locales, rutas, energía, servicios en general que no ayudan a que vos tengas una industria donde estés solamente pensando interiormente cómo mejorar, cómo vender más, sino que te tenés que estar preocupando por factores externos que a veces no dependen de uno.

NG: Que pueden afectar evidentemente al negocio y la rentabilidad.

WG: Y hasta hace seis meses teníamos tasas de menos de la mitad de las que tenemos hoy, entonces vos querés financiarte para generar un proyecto, una inversión, y así se hace muy complicado. Uno, tenés que tener estabilizada la macro, pero creo que no olvidándote de la micro.

NG: Y en ese sentido, Walter, vos mismo lo decías, que sos un empresario industrial joven, de la nueva generación, entre comillas, que quiere defender al país, de una industria pujante. ¿Hay reuniones de todo ese sector, y sobre todo los de sangre joven y con ganas, con el gobierno para plantear esto tan sensato, que por supuesto estás marcando?

WG: Y mira, nosotros acá la entidad sí, obviamente, siempre está tratando de estar en contacto con el gobierno y llevándole las propuestas industriales. Nosotros desde la perspectiva más local, joven y no tan joven también, tenemos siempre reuniones con los gobiernos locales de Santa Fe y provinciales, planteándole estas discrepancias que hay a veces entre los distintos gobiernos y siempre entendiendo que tiene que haber una política industrial nacional, no a corto plazo, que no dependa de que gobernante venga sino que sea más a largo plazo, para que nos dé una proyección digamos, si a vos te cambian cada 4 años yo la empresa, siempre digo, hace 8 años que la abrí, en 8 años ahora va a ser mi tercer gobierno que paso, y las políticas fueron en los tres gobiernos totalmente distintas, entonces me terminaba adaptando más a las políticas de gobierno y no tanto a la producción o a mejorar mi producto o a aumentar mi productividad, sino más que todo a las políticas gubernamentales, y eso yo creo que en otro país del mundo. El otro día escuchaba a un empresario pyme, y no me creo que somos los mejores, como a veces se dice, ni mucho menos, pero si traés un industrial o un empresario de otro lado y lo ponés acá en Argentina con la misma empresa que tengan en otra parte del mundo, se le va a complicar.

NG: Nosotros es como que nos curtimos en ser todoterreno.

WG: Y a nosotros se nos va a complicar si vamos para el otro lado. Estamos muy acostumbrados a estar cambiando las variables y a veces nos cuesta, o me cuesta para no incluirnos a todos, pensar más allá de la elección que sigue.

NG: Se desprende de tu palabra, pero te lo quiero preguntar concretamente. que hace falta una política industrial que esté desacoplada de los vaivenes propios de los cambios de gobierno

WG: Es lo que estamos tratando con las entidades y con las cámaras.

NG: Que cambien los colores políticos, pero no las políticas industriales

WG: Que pueden cambiar algunas variables pero que eso no te haga cambiar toda la estructura de tu empresa. Yo en el 2001 era muy chico tenía 11 años,  la verdad que no recuerdo mucho -más allá de que soy hincha de Racing y quería que salga campeón- pero fue muy bravo ver amigos que yo tenía en la primaria, con padres desempleados en Gálvez, una ciudad de 22.000 habitantes con fábrica cerrada, con despedidos, con retiros voluntarios y todo ese proceso, de ir al viaje de estudios de séptimo a hacer campaña, colecta y no llegar y esa cuestión que me fue llevando a una sensibilidad social… es imposible que un país crezca si no tenés la base la pirámide, digamos, de servicios básicos, equilibrada, y que sea para todos. Después de ahí vemos cómo vamos a la segunda parte de la pirámide, pero si los servicios básicos no los tenemos cubiertos, si toda la población no lo tiene cubiertos, es muy difícil, es como vivir, allá hay tres edificios, es como vivir en un edificio y que haya una sola persona que puede pagar las expensas, el edificio se va a caer. Esto tiene que ser al menos igual para todos y después de ahí sí empezar a pensar en otros estadios macroeconómicos que te lleven a consolidarte a nivel internacional.

NG: Walter, tu ser industrial convive con, vos mismo lo decías en tu presentación, con el costado si se quiere gremial, de hecho, tenés un rol importante en ADIMRA. ¿Qué tan importante precisamente es estar también como sangre joven en esos lugares, tratando de, como decíamos, generar políticas sectoriales de más medio o largo plazo?

WG: Sí, sí, además de políticas sectoriales de largo plazo. La gremial, yo creo que también tiene un fin de vincularnos solidariamente a todos los empresarios. Yo creo que, si no existe la gremial y que a veces, muchas veces, está castigada, es decir todos los jueves a Buenos Aires, los lunes la reunión en la Cámara de Industria Regional y demás, tiene un fin solidario ya que todas las empresas grandes, pequeñas o medianas a veces no tienen la posibilidad económica o técnica de acceder a ciertos servicios o a ciertos niveles de formación.

Con una pyme muy chica como la que tengo yo, o como la que tienen otros colegas, haber accedido a ADIMRA, a acceder a capacitaciones de mandos medios que nunca había pensado, pero que me di cuenta a lo largo de este crecimiento que la necesitamos, a centros tecnológicos donde podés desarrollar matrices, impresión 3D, escaneo, todas esas herramientas que económicamente uno no llega y a veces técnicamente tampoco las conocería si no fuera por la gremial, creo que sería imposible y nos estamos dando cuenta con todos los convenios que está firmando ADIMRA en todas partes del mundo, que el mundo se rige así, a través de un proyecto solidario entre todas las instituciones, tanto privadas como públicas para el bien común de su país

NG: ¿Qué es ser industrial hoy en Argentina?

WG: Un loco

NG: No me la esperaba esa…

WG: Y la verdad que te lo planteás como digo, 8 años nomás y ayer le mandé un mensaje a un amigo industrial mientras venía para Buenos Aires y le digo, “cómo admiro esas empresas que dicen, tengo 100 años, 70 años, 60 años. Yo con 8 años recién en esta actividad industrial, digo qué duro”. A veces es un domingo, decís, ya el lunes. El domingo es lunes para el industrial o para mi forma de ser industrial, el domingo ya es lunes. Y todo lo que tenés que resolver al día siguiente. La verdad que es muy complicado, pero yo digo, uno hace las cosas por obligación o por convicción. Por obligación, no sé si yo hubiese seguido por el camino no sé…, de la ingeniería o del comercio de mis padres o de una docencia como mi madre o cualquier otro camino que haya tomado, capaz que eso lo hacía por obligación o por un mandato familiar y no hubiese sido capaz que ya dejaba, no sé si hubiese durado ni estos escasos 8 años. Pero esto cuando vos lo haces con pasión es muy difícil

NG: Cuando lo haces por obligación pareciera que te puede ganar el sistema

WG: A veces te preguntan por qué lo haces y la respuesta es “no sé, me gusta”, estoy bien en esta.

NG: Se responde con el estómago, no con la cabeza…

WG: No con la cabeza. La verdad que es algo muy lindo pero que si lo mirás de afuera, te abstraes un poco de tu figura, creo que la palabra que te dije es ser un loco, pero apasionado por lo que hace y por querer generar un país con más desarrollo, con más trabajo y que pueda vincularse al mundo a través de lo que uno le puede aportar y no solamente lo que el mundo le puede aportar a uno.

NG: Obviamente sé y también se desprende de tus palabras que a veces planificar en un lugar como la República Argentina es difícil, pero si tuvieras que pensar en Garmet de acá 10 años, ¿dónde la ves?

WG: De acá a 10 años…. la verdad que cuesta planificarlo, pero uno la verdad que lo planifica estas instituciones sirve para planificarlo porque sabes para dónde va a ir el mundo, cómo vas teniendo charlas con distintos agentes políticos importantes y te van contando un poco para dónde se encamina el mundo.

Yo a Garmet siempre la pienso como una industria donde quiero llegar primero a todas las provincias del país con mi producto, la verdad que es muy difícil de identificarlo a veces cuando vas a un lado porque es un commodity, pero la veo como una empresa que puede exportar el día de mañana al menos a los países limítrofes de la región y que pueda aportar esos dólares y recursos que está necesitando el país que muchas veces los industriales en ese caso somos castigados como que somos los que chupamos los dólares y no los que damos, entonces esa es una gran ambición mía y de acá a 10 años espero estar haciéndolo.

NG: En 10 años repetimos y te consulto cómo viene ese plan.

WG: Esperemos, esperemos, esperemos que se complete el plan y bueno, y si no siempre tratando de dar trabajo, de generar empleo y de crear valor agregado a las materias primas que no sé si abundan en el país como muchas veces se dice, pero sí para generar ese valor agregado que necesitamos.

NG: La última, te llevo a ese Walter chiquito que juntaba chatarra, que andaba ahí dando vueltas por ya lo que quizá ni sabía que se llamaba estrictamente esta industria precisamente y si ese chiquito te viera hoy, ¿qué sentirías? ya crecido, ya con una con una empresa en desarrollo.

WG:  Yo me rijo más, no tanto qué pensaría ese chiquito, sino un poco la familia como fuimos creciendo y demás, una de las personas importantes fue mi abuelo y mi abuela en ese camino y creo que esto de seguir trabajando de seguir generando empleo, generando industria esa persona, mi abuela está viva, así que creo que está orgullosa, pero bueno del lado de mi abuelo y de mi viejo, de mi vieja creo que es algo satisfactorio y creo que están orgullosas en el camino que estamos llevando la empresa familiar, porque por más que sea un rubro distinto, es de un crecimiento del mismo rubro.

NG: Hay una generación de industriales, como decías, más jóvenes la nueva generación que la ves pujante para construir lo que viene, que en Argentina siempre es desafiante, ¿no?

WG: Eso lo describía unos fenómenos y fenómenos. La verdad que lo que fue ADIMRA Joven y todos los grupos jóvenes donde puedo participar, hay una calidad humana y un sentido de te quiero ayudar, vas a Mendoza vení, vamos a comer, quedate en mi casa a dormir, te muestro mi fábrica, lo solucioné así otro, hay crédito en el Banco de Nación, a tal tasa, tomalo se presenta a través del fondo de garantías. La verdad que estas generaciones jóvenes que vienen, aunque escuchar a veces, la juventud está perdida lo escuchás en algunas cenas familiares o navideñas la verdad no, que para mí nada que ver

NG: Sí, que muchas veces es meter a todos en la misma bolsa, ¿no?

WG: Hay un empuje una idea de crecimiento una idea de nacionalismo que la verdad que te enorgullece. No hay nadie que yo haya ido en todas las partes del país donde viajo o por ADIMRA o por Garmet, que no me haya mostrado su empresa, que no me haya mostrado su casa, que no me haya llevado a conocer lugares del país que nunca hubiese conocido. La verdad que en ese sentido creo que la Argentina está más que cubierta y lo que se nota también, mucha gente profesional, no solo por tener una carrera universitaria, sino también profesional en cómo hace su trabajo, en cómo se expresa, en cómo es el vínculo con la sociedad. La verdad que eso me pone muy contento y espero muchas veces los viajes para volver a encontrarme con esas personas que hablamos todas las semanas por teléfono, pero que sé que cada vez que voy allá, o espero que sea viceversa cuando ellos vienen a mi ciudad, se sientan igual de abrazados por lo que nos vincula, que es la industria y el país. Y aunque hablamos mucho de industria, y es un tema muy monótono.

NG: Pero lo que sí me llama la atención y que está bueno, interesante destacarlo, es que lejos de por ah ser marcado por la intención de ser competencia entre ustedes que por ahí en algunos casos hasta después lo terminen siendo prima por tu relato al menos la solidaridad de que crezcamos juntos ayudemos y hagamos pujante a la industria de la República Argentina

WG: Sí eso creo donde prima digamos muchos son competencias y existe y está bien y uno lo empieza a entender cuando se vincula a este tipo de asociaciones, a ver, la competencia está fuera, está adentro y va a seguir estando y existiendo.

NG: Y es sana también, ¿no?

WG: Es sana, te hace mejor, pero sí, creo que ese es el camino de no encerrarse cada una en sus empresas sé que difícil a mí me cuesta a veces decir bueno salgo de Garmet y me voy para otro lado porque tenés mil quilombos, pero creo que el desafío es el salir de la empresa ver otras cosas después de esas cosas volcarla en tu empresa para ser mejor, pero creo que es el camino que tenemos que tomar.

NG: Walter Garnero un placer conocerte y gracias por contar tu historia de vida y esperamos que sea antes de 10 años por supuesto

WG: Esperemos que en 10 años sigamos acá, pero creo que así va a ser y bueno si no siguiendo este camino de la gremial empresaria y de la industria nacional.

NG: Bien, gracias nuevamente y gracias a ustedes por estar de otro lado, hemos conocido a otro, en este caso, joven, industrial argentino. Hasta la próxima.