16/07/2025 - Edición Nº219

Industriales

Mirón: “El escenario de cambio es constante y la necesidad de adecuarse hace a la supervivencia”

29/06/2025 19:00 | Marcelo Mirón lidera una serie de empresas que giran en el mundo del transformador de media y alta tensión. Electrónica Brenta y Transformadores MIRON, se especializan en la fabricación de transformadores aislados y refrigerados en aceite, transformadores de distribución y de potencia y en proyectos especiales con ingeniería a medida. Cómo vive su rol de industrial que integra la gremial empresaria, donde nunca lo siente “como un tiempo perdido, porque aprendo un montón, es un aprendizaje en 360 grados”. Defiende el rol de la industria para el desarrollo del país porque los países que “no tienen industria tienen desarrollo muy asimétrico: una parte de la población tiene mucha riqueza y otra parte más grande, la pasa mal”



Por redacción Argentina Produce

MARIANA CONTARTESSI: Bienvenidos a un nuevo episodio de ADN Industrial en el ciclo de entrevistas que tenemos aquí en Argentina Produce. Hoy charlamos con Marcelo Mirón. Marcelo, bienvenido.

MARCELO MIRÓN: Muchas gracias por la invitación, muy bien.

MC: Bueno, esto es así. Yo puedo ser una gran presentadora, pero me gusta que ustedes se presenten. Contanos por favor:

MM: Bueno, mi nombre es Marcelo Mirón. Yo soy presidente de algunas pequeñas y medianas empresas que en esencia giran bajo el mundo de lo que es el transformador de media y alta tensión. Nosotros tenemos una fábrica que hace transformadores aislados y refrigerados en aceite, que es la red social de la Electromecánica Brenta, de tipo, digamos, de los que usan las distribuidoras EDENOR y EDESUR, de ese tipo de transformadores para río, cooperativas eléctricas, digamos, todo ese tipo de clientes.

Después tenemos otra empresa que hace transformadores en aislación seca, que somos una de las poquitas empresas que fabrica ese tipo de productos en Argentina, con tecnología propia. Tenemos una empresa de servicios que también se dedica a todo lo que es montaje y mantenimiento en obra. Y después tenemos una empresa más que se dedica a lo que es fabricación de partes y piezas para transformadores justamente, que bueno, es proveedora de nuestras líneas de producción y también de otros colegas que nos distinguen con su confianza.

MC: Estás evidentemente en un rubro de un sector que es la energía, que además de combustibles, que son el presente y el futuro del sector industrial. Cómo lo estás viendo hoy en Argentina en este contexto.

MM: Bueno, qué linda pregunta. A ver, el tema de energía realmente es apasionante, porque en particular lo que ocurre con la energía eléctrica, que por ahí es el mundo en el que nosotros más nos movemos, ha ido creciendo la demanda en un montón de sectores. El otro día estaba leyendo, por ejemplo, que cuando uno hace una búsqueda en Google, consume una determinada cantidad de energía y cuando lo haces a través de inteligencia artificial, a través de cualquiera de las aplicaciones, el consumo es aproximadamente un 30% más. Entonces si uno extrapola esa pequeña búsqueda a todo lo que pasa en el mundo realmente vamos a tener un crecimiento del consumo de energía muy relevante. Y si hablamos por ejemplo de lo que son automóviles que, digamos, a veces para hacerse la idea, imaginemos que en determinada cantidad de años van a desaparecer las estaciones de servicio o minimizarse, y vamos a estar todos cargando energía.

MC: En casa, sí, el auto en casa.

MM:  Y bueno, para eso necesitamos redes, necesitamos generación, transporte, distribución, unos cuantos transformadores, por suerte. Y bueno, lo que pasa con los celulares, digamos, la importancia que tiene la electricidad en nuestra vida cotidiana y todo lo que pasa hacia atrás, todo lo que debe invertirse, proyectarse y llevarse adelante.

Y en particular lo que es la situación de Argentina. El problema de la energía es que necesita mucho tiempo de planificación, entre que alguien dice, vamos a hacer esto y de repente está en funcionamiento por ahí han pasado 5, 8, 10 años. Entonces eso hace que en muchas situaciones se terminen poniendo soluciones transitorias o parches, que hacen que sea mucho más ineficiente y mucho más caro, costoso. Entonces bueno, ahí es donde en el medio de esa transición tenemos también un cambio de paradigma en las lógicas de gobierno, que por ahí quedan más circunscriptas a los emprendimientos privados, que eso sin duda es sano, pero insuficiente, porque hay muchas regiones que requieren la inversión primero para que luego se transforme en algo interesante o rentable. Dicho más sencillo, si no hay electricidad, muchas cosas no funcionan, entonces se necesita llevar primero eso para que después ocurra el otro. Como pasó hace, por ejemplo, muchísimos años en Argentina, en todo el desarrollo del Cuyo con la vid, y todo eso que tiene la parte eléctrica fue muy importante en ese momento, agua y energía, la empresa que se ocupaba de estas cosas, entre otras. Entonces, a la pregunta que vos me hacés de cómo lo vemos, lo vemos lleno de oportunidades, lleno de desafíos, y bueno, con la necesidad de que entre todos busquemos los caminos para que nuestro país aproveche las oportunidades que tiene por la generación de gas, petróleo, cosas que ya son sabidas y cómo puede potenciar eso para que los que vivimos acá lo sepamos aprovechar al máximo.

MC: Totalmente. Uno de los temas que siempre hablo con cada uno de ustedes industriales es, en una Argentina donde la capacitación de los jóvenes en el sector industrial, y sobre todo en las escuelas técnicas, ha tenido vaivenes y ahora está buscando recuperarse, cómo capacitar personal, cómo se trabaja desde sus empresas, cómo trabajan para capacitar personal, y también te pregunto para retenerlo, en un mundo donde vos invertís por ese desempleado o empleada, y después que no se vaya al mejor postor, ¿no? ¿Cómo se trabaja todo ese conglomerado?

MM: Mira, hay algo que yo trato de utilizar bastante en la lógica diaria, que es ver cómo hacen aquellos a los que le va bien. Países desarrollados; 3n términos de marketing se le puso benchmarking a copiar de los mejores. Pero bueno, básicamente es, los países desarrollados qué hacen, qué podemos hacer nosotros, cómo lo podemos mejorar, cómo lo podemos adecuar. Y básicamente ahí cae en una serie de habilidades, ¿no? El país que quiere tener un desarrollo de mediano plazo necesita invertir en educación. O sea, no hay mucho para discutir, ¿viste? Cuando de repente ves que Japón encuentra una determinada situación de crisis y revisa la educación, no van a ver la microeconomía, revisan la educación para poder ajustar y corregir de acá 5, 8 años. Y lo mismo pasa con países que invierten en lo que hoy es inteligencia artificial y demás, en formación de personas.

Y bajando un poquito a lo que es la escala nuestra, las personas son empresas, las personas son las que hacen la diferencia siempre. Las demás cosas le pueden charlar, el capital por ahí lo conseguís, pero las personas son las que hacen la diferencia. Entonces la preparación es la que te catapulta hacia adelante o la que te frena. Entonces lo que tenemos nosotros es que lamentablemente en la década del 90 se hizo un retroceso bastante en todo lo que fue la formación técnica. Y bueno entonces nuestras fábricas muchas veces se transforman en especies de escuelas, no digo escuelas, pero digamos complementos de formación.

MC:  Como un centro de capacitación

MM: Claro por lo menos complementarios con mayor humildad a lo que ya traen los chicos Y después está la segunda problemática que vos bien apuntas que es cómo retenerlos porque a todos tenemos como pasión, pero también tenemos que comer y dar las cuentas

MC: Y ambiciones, también tanto de economía como de crecimiento.

MM: Correcto, entonces competís por ahí con otros sectores, como, bueno, en fin, que tienen por ahí, circunstancialmente, mejores remuneraciones. Entonces hay que trabajar en toda una lógica de que las personas, digamos, un tercio del tiempo que están en la empresa es aprendizaje, y cuando alguien se va, todo eso lo pierde la empresa y muy posiblemente, a menos que se radique en un rubro particular similar, también lo pierde la persona. Entonces, hay que buscar la manera de encontrar incentivos para que la decisión sea continuar dentro y seguir creciendo.

MC: ¿Vos sos primera, segunda generación? Contanos un poco de la historia personal.

MM: Todo esto lo empezó a Antonio, que es mi papá, hace 67, 68 años.

MC: O sea, sos segunda generación.

MM: Soy segunda generación, aunque con aspiraciones de primera y media.

MC: A ver, me encanta eso ¿por qué?

MM: Porque, un poco producto de los avatares de lo que es Argentina que vos mencionabas, en la década del 90 la empresa tuvo que cerrar. Entonces, después de tener una hermosa trayectoria y muchos años exportar y demás, la década del 90 no fue favorable para las condiciones que tenía en ese momento la empresa y terminó cerrando. Entonces, bueno, nosotros somos un poco el producto de los 2000. Nosotros, con muchos de los equipos, las personas, volvemos a los mismos que trabajaban con Antonio, empezaron de nuevo conmigo, básicamente volvimos a empezar. En aquel momento alquilamos nuevamente un inmueble porque los inmuebles se habían perdido y demás. Y de a poquito fuimos comprando maquinarias nuevas. El know-how lo teníamos y por suerte pudimos conservar la marca, que era algo fundamental. El producto que hacía Antonio era muy bueno y el que hacemos nosotros creo que lo sigue siendo.

Eso nos permitió crecer mucho y a partir de ahí, esta ampliación que te contaba antes, de a partir de la fábrica de transformación en aceite, ir incursionando en otros segmentos complementarios, que nos han potenciado y nos dan mayor alcance.

MC: ¿Cómo es tu ingreso a la gremial? Contanos un poco eso hasta llegar a estar dentro de ADIMRA.

MM: Te hago una nota al pie del anterior. Antonio tiene 89 años, no está activo en la empresa todos los días, pero me sigue dando consejos. Y mis hijos, que tengo cuatro, trabajan conmigo.

MC: Ah, o sea que ya tenés tercera, bueno, segunda y media.

MM: Así que bueno, y muy feliz por eso porque, digamos, revitaliza la empresa y además le da sentido a muchas cosas.

MC: Ya vamos a hablar del futuro, de ellos que están. Pero es interesante esto, porque en este proceso tuyo del 2000, volver a nacer una empresa, ¿cómo es que después entras en la gremial, en momentos donde yo con cada uno de ustedes, y en cada episodio lo hablo, entregas tu tiempo para el bien común y para las que tal vez hoy no son prioritarias para tu rubro específico, pero sí para otros? ¿Cómo fue ese proceso de entrar y este presente tuyo?

MM: Que linda pregunta me encanta que me des la posibilidad de contestar esto. En principio como que hay un preconcepto o sea al menos yo lo tenía: Primero que vas a perder tiempo; Después que siempre son cuatro o cinco los que hacen las cosas y digamos los mortales que estamos en las pymes, no es para nosotros. Y de repente lo que me pasó es que me convocaron a una reunión para la formación de la Unión Industrial de General Rodríguez. Porque en nuestra planta la estábamos radicando ahí, siempre tuvo San Martín, y la estábamos radicando en General Rodríguez, y me convocaron a la reunión. Y la verdad es que me sentí muy identificado yo, y digo que, perdón, por la autoreferencia, que los industriales, en particular creo que las pymes, sentimos cierta orfandad, como que decimos che, soy yo solo contra el mundo, todo lo demás me ven como empresario, un garca y vos te sentís solo, te sentís como que un poco perdido y de repente te das cuenta que tenés un montón de personas que tienen problemas similares. En particular lo que pasó en la Unión de la Unión de Javier Rodríguez es que yo me sentí contenido por ese grupo y bueno, en principio empecé como vocal, después estuve como secretario estuve también como vice y ahora presidente, digamos, es salir de ese preconcepto que me permitió entender que hay cosas muy buenas que se pueden hacer y que no hay que agotarse en la queja que es algo bastante común en las personas

MC: Sí, muy de nuestra idiosincrasia.

Sí, siempre decís, bueno, ¿por qué esto? Y siempre le echamos la culpa a este país, a este país. Y para mí Argentina es maravilloso. Estaría bueno regalarle a cada argentino una vueltita al mundo para que puedan comparar, yo tampoco conozco todo el mundo, pero en los pocos lugares que conozco, Argentina es maravilloso. Y tenemos que trabajar todos por mejorarlo. Entonces digo, bueno, ¿cuál es mi lugar? Bueno, mi lugar es este. Mi lugar es aportar desde la Gremial Empresaria.

MC: Y cuando encontraste ese lugar, cuando te preguntaste y te lo contestaste, y es la Gremial Empresaria. Y ahora en ADIMRA, ¿cuáles son los desafíos que tienen en este contexto político-económico pensados desde tu sector? ¿Cuáles son las urgencias que hay que tratar?

MM: Lo que yo te quería decir para redondear la respuesta es que a partir de ahí, bueno, tuve la suerte de poder participar en la Unión Industrial de la provincia de Buenos Aires y a través de la Cámara Sectorial nuestra, que es la Cámara de Fabricantes y Bienes de Capital, ahí también participo y soy secretario, que se llama CIPIVIC, Cámara de Fabricantes de Bienes de Capital y Proyectos, y es parte de ADIMRA, entonces, bueno, empezamos a tener mucha sinergia con ADIMRA y hoy tengo la fortuna y realmente el orgullo de pertenecer a ADIMRA, porque tiene un profesionalismo y una capacidad de laburo que la verdad que a mí me sorprende un montón.

Cada paso que voy dando esto que me siento nuevo porque todo este camino que yo te cuento tiene 6 o 7 años para mí de gremial empresaria y me voy sorprendiendo viste cómo se interactúa con digamos con distintos sectores, con bancos y cuánto se trabaja que yo era absolutamente ignorante de todo esto, o sea como que la veía a ADIMRA como una cosa lejana que de repente te daba beneficios concretos en determinados trámites y demás, y el laburo que se hace es enorme y yo era beneficiario de algunos beneficios que a ADIMRA conseguía sin siquiera saberlo

MC: Era como un sello, pero detrás faltaba ver quienes estaban trabajando palmo a palmo para que eso ocurriera

MM: Y, para terminar la respuesta anterior, nunca lo siento como un tiempo perdido, porque lo que me pasa es que aprendo un montón. Y el aprendizaje es 360, porque de repente estás aprendiendo de un par que tenés sentado al lado y te dicen “yo hice así”, o te pasa el dato de un consultor, o el teléfono de algún gerente del banco, o te enterás ahí de una legislación que está por salir que vos ni siquiera tenías en radar, porque es muy difícil para nosotros poder tener esa... digamos, no tenemos departamentos específicos por ahí como la puede tener una multinacional que está mirando en el campo de seguridad e higiene, en el campo de la calidad... en cambio, este tipo de instituciones tiene esa ventana que a vos te permite aprender.

No me canso de decirlo, porque no importa la cantidad de reuniones a las que asista, siempre me llevo algo positivo, siempre. Realmente te lo digo, no lo hago con un afán de sacar provecho, sino porque creo en lo que hago, creo en aportar mi granito de arena al lugar que me corresponde, pero siempre me llevo algo siempre me llevo, o que aprendo, que hay una norma que no sabía que existía o de repente una idea de cómo lo hizo él que está siempre ahí lo positivo.

MC: Me parece importante que dentro de ADIMRA, con todo esto que vos decís, intercambiamos opiniones y experiencias que ponen sobre la mesa de las cuestiones críticas y urgentes que tienen en particular en tu sector sobre todo pensando en este presente

MM: Creo que lo constante que tenemos es el cambio, eso es lo permanente, el cambio. El cambio todo el tiempo. Y dentro de esa lógica hemos tenido un cambio de reglas de juego muy importante. Nosotros pensamos solo en Argentina, pero pasa en muchos lugares esto, por ahí no tan abruptos, o tan pendulares, pero siempre. Yo, por ejemplo, veía la industria de automotriz mundial y el cambio de paradigma de combustible a eléctrico. Y escuchaba un chino que decía “en 10 años los autos vuelan” y nosotros estamos preocupados por el tipo de cambio. Y el tipo tiene un problema igual o tan grande como el tuyo. El escenario de cambio es constante y la necesidad de adecuarse hace la supervivencia. Entonces, yendo un poquito más al caso concreto de Argentina, tener problemas graves de cambios de reglas muy abruptos. Entonces, bueno, ¿qué es lo que uno desearía? Bueno, desearía que a todos los industriales que invierten mucho de su dinero y de su tiempo en esta tierra, porque vos no podés poner las rueditas a la fábrica, enterrás la plata ahí, y confías en que vas a trabajar y que vas a producir y que al final del día, después que te pegaste la vuelta vas a ganar plata, pero en el camino, la realidad es que hay que hacer lo que te gusta.

¿Cuáles son las cosas que nos preocupan? Y nos preocupan el cambio de reglas, la sincronicidad en el cambio de reglas. Concretamente, por ejemplo, ahora, la baja de aranceles que yo como consumidor las veo bien porque somos 47 millones de argentinos y a nadie le gusta pagar las cosas dos veces más cara. Ahora, está bueno que en esa misma proporción o más o menos con esa misma cadencia, bueno, se bajen determinados costos que tenés acá en Argentina. Y en ese mismo derrotero ahí ya te voy a decir algo que no digo que sea cosecha propia, pero sí, que tengo una mirada que por ahí no es tan común, no tomar los sueltos y jornales como el costo que te define, porque una gran parte de nuestra producción está en el consumo local entonces, si nosotros pensamos en esa variable, como la solución, o sea en castellano que la gente que trabaja con nosotros gane poco, esa gente no va a comprar productos en Argentina. O sea, lo hacemos por convicción, en el caso mío me gusta que la gente que trabaja conmigo esté bien, pero si no lo querés dar como convicción hacelo como conveniencia, o sea, necesitas que el mercado traccione, consuma y compre tus productos.

A veces tiramos como solo una parte y no está bueno. Entonces, vamos a decir, che, ¿cuáles son los desafíos? Yo creo que los desafíos tienen que ver con planificar todos juntos, compensar con medidas que sean sincrónicas. Es decir, está bueno no pagar el doble de lo que se paga en otros países, y está bueno ver, vuelvo al origen, que todos los países desarrollados son fuertes industrialmente. O sea, no tenemos que inventar nada. Hay que copiar lo que hacen lo que están bien. Y los que no tienen industria tienen desarrollo muy asimétrico. O sea, una parte de la población que tiene mucha riqueza y una parte más grande que la pasa mal.

MC: Sí, una brecha enorme entre ricos y pobres.

MM: Y no está bueno. Entonces, bueno, ahí una de las herramientas, no digo que sea la única, que nivela, que enorgullece, que es la industria. Entonces, muchas veces uno escucha vamos a buscar inversiones y yo decía, bueno, está bien, flaco, pero acá tienes un montón. O sea, fíjate cómo puede ser para potenciar esto, por lo menos para que no se vayan y después vemos también otras cosas.

MC: Te quiere de jefe, te pagamos un buen sueldo, te quiero de jefe.

MM: Bueno, habría que ver que dice los que trabajan conmigo, pero bueno, es la intención.

MC: Está claro el concepto y sos disruptivo en decirlo, porque yo creo que muchos industriales, ahora que tengo contacto con ustedes en este ciclo de charlas, yo creo que piensan muy similar a vos y tal vez no lo expresan públicamente porque obviamente se juegan otras cosas en el medio. Lo comprendo perfecto. Pero no dudo que hay muchos industriales que piensan como vos, pero bueno, esto de plantear el costo laboral como un costo y no realmente como una rueda virtuosa de una economía que necesita constantemente el consumo también, me resulta interesante. No me olvido de que vos sos primera generación y media, pero tus hijos son segunda generación y media. Vamos a ponerlo así. Que querés para ellos en los próximos años dentro del sector, ya es pregunta a futuro

MM: Lo primero que quiero es que sean felices. Si quieren tocar la flauta transversa en la Sinfónica de La Plata para mi está bien. Pero si eligen esto con lo bueno y lo malo a mí me gustaría, digamos, es el sueño que Argentina sea un país competitivo, exportador, que por ahí no dependamos de determinadas cosas para poder funcionar, sino que podamos tener últimas tecnologías, poder exportar. Es como un ecosistema en donde la satisfacción está en que vos podás tener bien a tus proveedores, podás tener bien a la gente que trabaja con vos, puede parecer eso un poco soberbio, digamos que estén bien tus proveedores, que haya un buen vínculo, alianza, que tengas bien a las personas que están con vos, que tus clientes se sientan bien atendidos y que haya vínculos de largo plazo. Creo que el desafío nuestro siempre en el ámbito laboral, en las empresas, es ese: necesitamos que este cliente nos compre los próximos 50 años ¿qué hay que hacer?

MC: Es la fidelización.

MM: Claro, lo que hay que hacer, y eso implica perder. No se puede ganar siempre a veces las cosas no salen bien y hay que perder, pero la mirada siempre es de apuesta para adelante, entonces, vos me decís ¿qué te gustaría? Y a mí me gustaría que se integren, o sea ya están integrados, pero digamos profundizar la integración con los equipos de trabajo y poder sentarse de repente con un proveedor y si tenemos este problema para exportar a Egipto y desarrollar algo juntos; las personas que laburan adentro como podemos hacer para bajar los tiempos 20 minutos y ver que tecnología incorporar…  La realización tiene que ver mucho con el proyecto que va a ser llevando adelante y el de la industria es absolutamente apasionante. Si el día tuviera 48 horas puede trabajar con que horas porque tenés la investigación y el desarrollo, la ampliación de la planta, el mejoramiento de los productos, la capacitación, la afectación del medio ambiente, cómo bajar huella de carbono. Tenés tantos ámbitos tan lindos para trabajar que realmente es apasionante.

MC: En este contexto también, que hablamos mucho de lo que es ser un industrial, contame para vos que es ser un industrial, en esto de que es cierto que nosotros en general que los vemos desde afuera podemos decir lo único que quieren es ganar guita, no les importa lo que pasa adentro, no tienen conciencia social, contame para vos que es ser un industrial.

MM: Yo creo que pasa como en todos los rubros, ¿no? O sea, como en los periodistas, como en los abogados: hay buenos, malos y regulares, hay distintas metas, llegar a cualquier costo, hacer las cosas bien, es como todo, digamos, ¿no?  A mí la verdad que me duele mucho cuando se generaliza en forma peyorativa la palabra empresario, porque es muy difícil definir que es un empresario. O sea, si es una multinacional donde de repente el capital es anónimo y tiene que ver con acciones en la bolsa, es un empresario el que la maneja por ahí y lo que nos pasa acá en Argentina es que muchas, muchas empresas son pymes, y algunas grandes, es que tienen dueño con nombre y apellido, y no cotiza en la Bolsa. Me duele porque como que se hace una generalización demasiado injusta.

Vos me decís que para mí ser industrial, a mí no me gusta mucho cuando decís la industria financiera. La industria es tomar algo transformarlo y crear otra cosa, es crear, porque vos partiendo de una idea tomás determinados materiales y haces algo nuevo, algo distinto y en el camino aportas valor. O sea, yo lo adoro a mi peluquero, pero no aporta valor, me corta el pelo. O sea, ¿me entendés? Y es clave, me encanta tener pelo prolijo, está buenísimo. Pero lo que hacemos nosotros es algo que se llama uno más uno, cuatro. Y en el medio, obviamente a mí me gusta la plata, irme de vacaciones adonde tengo ganas, me gusta comprarme la paleta de paddel que me gusta. Está bien. Pero digamos, es como bastante finito… por lo menos en un grupo grande de empresarios, y cuando de repente dice “¿juega al tenis? ¿Y qué querés? 500.000 dólares cobra por este torneo”. Y yo te aseguro, hablás con el flaco que está jugando, no tiene ni idea, ni le importa cuánto gana, porque ya come lo que tiene todos los días, además, ya eso quedó de lado. Lo que a vos te interesa de repente es tener una buena posición en el mercado, en el caso nuestro que el apellido está puesto en la marca, el prestigio, ser reconocido, que la gente que está con vos esté bien. Industrial es todo ese conjunto de cosas y en esa vuelta, la gente que labura con vos está buenísima. O sea, es como decir, che, ¿por dónde empieza la industria? Y yo te diría que empieza por un grupo de personas que te cree: “Voy a hacer esto” y termina haciendo eso. Y ahí arranca. Y bueno, entonces, un montón de personas que te fueron acompañando son parte de eso.

MC: Marcelo, es un gusto haber charlado todo este tiempo con vos.

MM: Gracias, Mariana.